HISTORIAS ALREDEDOR DEL CAFÉ








Os habéis fijado en que muchas de las vivencias más importantes de nuestra vida ocurren alrededor de una taza de café?
Una celebración, reuniones de negocios, el café de los martes con mis amigas... la lista es interminable, al igual que las historias que hay detrás de cada uno de esos encuentros.

Hoy voy a contaros una de esas historias maravillosas que nos deja el café.

Erase una vez, en la ciudad de Zaragoza, una cafetería llamada "Luis Buñuel", fue testigo silencioso de esta historia de amor.
La vida no estaba siendo justa con María, la empresa para la que trabajaba cerraba y su futuro laboral era una incógnita.
A ello había que sumarle que su relación de pareja se había roto recientemente. Toda su vida que parecía tan programada y resuelta,  había desaparecido y pensar en el futuro le asustaba.
Cada mañana, pensaba en todas estas cosas mientras tomaba un café en el Luis Buñuel, un lugar que le aportaba tranquilidad y buen café.
Tanta era la tranquilidad, que sumida en sus pensamientos, no era consciente de que alguien, que leía el periódico en la última mesa del local, deseaba verla entrar cada día.
La extrema timidez de Rafael no le había permitido disfrutar de las relaciones sociales tanto como hubiera deseado. Eso incluía su relación con las mujeres, el mero hecho de pensarlo le ponía nervioso.
Cada mañana en su descanso laboral, se acercaba al Luis Buñuel a tomar un café y leer la prensa, siempre solo. A veces miraba al resto de personas charlando entre sí, y le daba cierta envidia.
Mirando fue como descubrió a María. Sabía su nombre porque escuchaba a la camarera saludarla. "Ojalá fuera capaz de saludarla algún día, de acercarse y preguntarle porque estaba tan triste y ayudarle para que pudiera sonreír...."
Un buen día,  Rafael se retrasó y, cuando entraba en el local, María salía, tan sumida en su mundo que chocaron.
María se disculpó, Rafael se quedó mudo, siempre le ocurría cuando iba a hablar con una mujer, eso por no hablar de su cara, tan sonrojada que delataba su nerviosismo. Este hecho hizo que María se fijará en él y no pensara que su falta de palabras era una falta de educación.
Al día siguiente se encontraron de nuevo y se saludaron sin más. Así un día tras otro, María pensaba en Rafael y Rafael, pensaba en María.  Se miraban,  se evitaban... pero cada cual tenía curiosidad por el otro.
Había una atracción entre ellos de la cual, la camarera del local fue consciente y decidió que tenía que hacer algo para acercarles.
Ambos eran amantes del buen café, organizó una cata hizo que se apuntaran, y estaba segura que allí, surgiría algo entre ellos.
Llegó el día de la cata y,  y cuando se encontraron, sus caras lo decían todo¡¡ Al principio ni se miraban¡¡¡  pero poco a poco fueron relajandose  y, entre café y café surgió la chispa.
De esto hace un año y, a día de hoy, siguen tomado café en el mismo sitio, pero ahora juntos y felices¡¡


Al igual que, "El Café es un bálsamo para el corazón y el espíritu" (Giuseppe Verdi) María y Rafael lo fueron el uno para el otro.


                                                   Carmen Asensio.


Comentarios

  1. Bonita historia. Producto del café. Realmente es exquisito el café del Buñuel, los cmareros/as igualmente, vuena música. En definitiva, un lugar para repetir. Una bonita historia, Carmen. Y muy bien contada. Un saludo cordial.

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  2. Muchas gracias por ti palabras!!
    Será un placer conocerte cuando vuelvas por aquí!! Un saludo

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  3. He hablado contigo. Te he preguntado si te gustaba escribir. Y e has dicho que tenías un blog. Por eso me he metido.

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  4. Entonces ya nos conocemos!!
    Muchas gracias por visitar mi blog!!!

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